Tejer alianzas entre diferentes actores es clave para hacer frente a los retos que tenemos por delante, que son muchos y muy grandes. En el mundo corporativo, eso pasa por desterrar prejuicios y aunar esfuerzos.
En 1996, los prestigiosos economistas Barry J. Nalebuff y Adam M. Branderburger publicaron el libro Coopetencia. Una obra en la que asentarían las bases que romperían las reglas de rivalidad que regían –y rigen, en mayor o menor medida– el mercado.
En esas páginas, dejaban por escrito que las empresas también podían crecer gracias a la cooperación con otras y que todas podían salir beneficiadas. Que las colaboraciones y las alianzas, en determinados momentos, ayudan.
Una propuesta que nacía de la necesidad de construir un futuro colaborativo más habitable para todos. Para conseguirlo, es necesario que las empresas pasen de la competición a una cooperación que les empuje a mejorar internamente y, por lo tanto, a nivel global.
Pero, ¿qué es exactamente la coopetencia?
Esta palabra surge de la unión de dos términos en principio antagónicos: competencia y cooperación. De esta forma, las empresas que lo llevan a cabo buscan crecimiento a través de sinergias y dejando de lado las diferencias con sus «rivales» para cooperar hacia un objetivo común.
Este objetivo compartido no tiene que estar necesariamente basado en un aumento de capital o de ventas, sino que también puede ir dirigido a la innovación, a la investigación, a la adquisición de nuevos clientes, a aumentar las fortalezas, a acceder a nuevos mercados, al desarrollo de la empresa y a un largo etcétera de beneficios.
Ejemplos de coopetencia hay muchos en los últimos años. Por ejemplo, a nivel internacional, destaca la unión entre Milka y Oreo con el fin de crear un chocolate que tuviera también sabor a las famosas galletas o la de Intel con Microsoft, que hizo que la venta de chips creciera exponencialmente. En España, un ejemplo reciente y que ha llegado al gran público lo encontramos en una de las últimas campañas de Wallapop: a inicios de 2023, lanzaban Gracias, marcas, en la que ensalzaban en sus anuncios –sin compensación económica y sin que los responsables de las compañías mencionadas lo supieran tan siquiera– la labor de otras marcas como Miele, Lexus, Patagonia o Canon y su trabajo para fabricar productos duraderos, algo clave en materia de sostenibilidad.
Claves para una coopetencia victoriosa
Para pasar de ser competidores a coopetidores es necesario fijar unas bases que dejen claro cómo va a ser esa alianza. La primera de ellas es elegir bien qué compañía va a ser la elegida en esta unión, teniendo claro qué empresa o empresas van a ser útiles cada momento.
También es muy importante fijar qué rol tendrá cada compañía en el proceso, algo que hará que no haya futuros desacuerdos y que cada una tenga bien definido su papel. Y, por supuesto, también hará que el beneficio repercuta en todas las partes y que los productos y servicios de cada empresa sirvan para sumar en los objetivos fijados.
Con este tipo de alianzas, no hay que olvidarse de priorizar siempre la calidad ante la cantidad y de apostar por las promociones cruzadas, que ayudarán a dar más visibilidad a las firmas implicadas y a sus productos. Además, es conveniente no tener miedo a recomendar servicios y productos de las empresas aliadas, ya que esto siempre sumará.
El beneficio es para todos
Como decíamos antes, la idea de la coopetencia es que los beneficios sean para todos, que de la colaboración salga un objetivo común que haga que las empresas crezcan en el camino deseado. Pero aparte de eso, la colaboración entre firmas también trae una serie de ganancias extra.
Un buen ejemplo son las sinergias empresariales: tener relaciones sanas con otras empresas del sector puede ayudar a generar nuevas ideas de negocio y oportunidades que acaben beneficiando a la propia compañía. Unas alianzas que, además, supondrán una mayor oferta de servicios y, por lo tanto, una mejora del posicionamiento en el mercado y del crecimiento externo.
Aparte de progresos en el crecimiento externo, también habrá beneficios para el interno. Al recibir nueva información y tenerse que comunicar con nuevas empresas, esto repercutirá directamente en la mejora de la eficacia y la eficiencia de la firma. Por último, la coopetencia ayudará también a reducir la carga de trabajo, ya que se delegan muchas funciones que a una sola empresa le costaría asumir.
En la era de las alianzas, pasar de ser competidores a coopetidores es uno de los grandes retos para las empresas, pero también una condición sine qua non para proyectarse a largo plazo: un presente y un futuro basados en la colaboración siempre serán más habitables y mejores para todos.
Cómo fomentamos nosotros la coopetencia y las alianzas
Colaborar con los demás está en nuestra propia esencia: como compañía, nuestro origen está en los cerveceros artesanos, así que sabemos lo que es formar parte de un gremio de personas que se unen y trabajan para conseguir un objetivo común. Por eso, colaboramos con organizaciones cuyos objetivos, intereses y retos son similares a los nuestros, especialmente dentro de nuestro sector, para seguir mejorando lo que hacemos y aportamos a la sociedad.
Ante todos los retos que tenemos por delante como sociedad, en Hijos de Rivera apostamos por recuperar esa esencia artesana, apoyándonos unos a otros para tejer redes que nos conecten y nos permitan seguir llegando cada día más lejos. Por eso, damos voz a nuestros clientes, proveedores, aliados e inversores; los escuchamos y les ayudamos a buscar su propio camino en la búsqueda de la sostenibilidad y el impacto positivo. Ellos son quienes nos han acompañado al lugar en el que estamos, y con ellos queremos seguir sumando fuerzas.
Formamos parte de organismos muy diversos que van desde la Asociación de Cerveceros de España al Instituto Empresa Familiar, el Consello Regulador de Agricultura Ecológica de Galicia (CRAEGA), Asociación Nacional de Empresas de Agua Envasada (ANEABE) o la Asociación de Marcas Renombradas Españolas. También cooperamos con diversas asociaciones locales, que nos ayudan a mantener y reforzar nuestro compromiso con Galicia.
Con una mirada glocal, en 2021 nos adherimos al Pacto Mundial de Naciones Unidas, la mayor iniciativa de sostenibilidad corporativa del mundo, para ratificar nuestro compromiso con la Agenda 2030 y Objetivos de Desarrollo Sostenible. Avanzar pasa por seguir apoyándonos entre nosotros y tejer redes que nos conecten: trabajando codo a codo con ellos conseguimos que esta filosofía inconformista llegue cada vez más lejos y esté presente en un mayor número de personas en diferentes ámbitos y lugares.