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Cómo arreglar (un poco) el mundo tomando unas cervezas

El impacto positivo no está reñido con el placer: podemos ayudar a generarlo haciendo las cosas que más nos gustan. ¿También tomando cañas? La respuesta es sí.

Saber que, aunque no lo hagas perfecto, siempre puedes hacerlo mejor. Esa es, más o menos, la forma de entender la naturaleza inconformista para Hijos de Rivera, una filosofía que puede aplicarse casi en cada uno de los aspectos de nuestra vida personal y laboral.

Por ejemplo, creemos que esa actitud se puede incorporar en una de las cosas que más nos gusta del mundo: la cerveza. Nosotros nos encargamos de intentar generar cada día un mayor impacto positivo a la hora de fabricarla, pero creemos que tú también puedes poner tu granito de arena al comprarla, beberla y, por supuesto, disfrutarla. ¿Cómo? Aquí van una serie de tips solo aptos para verdaderos inconformistas.

Paso uno: la cerveza

Como te decíamos, la cerveza la ponemos nosotros. Aunque aún nos queda mucho por mejorar, intentamos aplicar nuestra filosofía del inconformismo antes incluso de que la cerveza llegue a tu paladar. De hecho, incluso antes de que se convierta en cerveza.

En ese sentido, cuando buscamos nuestras materias primas, buscamos contribuir al bienestar de nuestra comunidad y nuestros aliados. Por eso trabajamos con productores de proximidad para lograr dinamizar la economía local: el 93% de las adquisiciones de nuestros bienes y servicios asociados a la producción de cerveza procede de proveedores de España y Portugal.

Además, como el 100% de nuestras materias primas procede del medio natural, nuestro principal objetivo es protegerlo y contribuir a su regeneración. En el proceso de fabricación de la cerveza en nuestra planta de A Grela estamos enfocados en hacer un uso cada vez más eficiente de los recursos: en los últimos diez años hemos reducido un 26% el uso de electricidad y un 37% el de energía. Toda la electricidad que utilizamos es de origen renovable y estamos instalando una caldera de biomasa que estará operativa en unos meses y que nos permitirá auto producir más del 60% de la energía térmica que utilizamos en nuestras instalaciones. Y, poco a poco, trabajamos para reducir todavía más ese porcentaje.

Paso dos: los formatos

Una vez tenemos la cerveza elaborada, el siguiente paso es que llegue a las personas para que la puedan disfrutar en diferentes tipos de formatos, sabores y lugares.

Para los locales de hostelería, una de nuestras principales apuestas es la Cerveza de Bodega, una cerveza recién hecha y sin pasteurizar, que va directamente de la fábrica al punto de venta: con esto, logramos producir una cantidad muy significativa de cerveza sin residuo de envase, ya que va directa de nuestra fábrica a los bares en distintos camiones cisterna –y, en los últimos años, también hemos incorporado una flota de vehículos impulsados por gas–.

Cuando no es posible, para nuestros aliados hosteleros impulsamos los formatos retornables. De hecho, el año pasado lanzamos una campaña en las botellas de Estrella Galicia para concienciar sobre su uso: incorporamos un QR en nuestras etiquetas que redirigía a una página web en la que los usuarios tenían la información de lo que este formato suponía en materia de emisiones, ya que reduce la huella de carbono a más de la mitad con respecto a opciones no retornables.

Para consumir en casa, además de reducir el peso de las botellas –con lo que evitamos generar casi 10.000 toneladas de residuos en su producción– también innovamos en formatos que van un paso más allá. Uno de ellos es el No Pack, con el que sustituimos el embalaje de los six packs de cerveza por unos puntos de cola y contribuimos a reducir más de un 40% la huella de carbono de cada paquete.

Paso tres: los locales

Una cervecita en casa está bien, pero una buena caña de barril en un bar… Imbatible. Aunque no necesitemos excusas para ir a ellos, consumiendo en los locales de hostelería también podemos contribuir a generar impacto positivo.

En este aspecto, es importante tener en cuenta el papel que la hostelería juega en la dinamización económica. En el año 2021, aún lastrado por las consecuencias de la pandemia, el sector facturó casi 88.000 millones de euros en España –o, lo que es lo mismo, un 44% del PIB– y dio empleo a casi un millón y medio de personas, según datos del anuario de Hostelería de España.

Desde Hijos de Rivera, estamos impulsando una Red de Cervecerías de Bodega con el objetivo de facilitar a nuestros clientes actuales o potenciales su apuesta por modelos más sostenibles y ecoeficientes, ayudándolos a transformar sus locales en establecimientos a la vanguardia en términos de reducción de huella ambiental. Para ello, ponemos a su disposición una Oficina de atención permanente con la que asesorarlos y acompañarlos en el proceso: consumo de formatos más sostenibles, ecodiseño del local, eficiencia energética, gestión de residuos…

Paso cuatro: lo demás

Además de generar impacto positivo tomando una cerveza, también puedes hacerlo con sus compañeras inseparables: la comida.

Ir de tapas, además de un placer para los sentidos, también puede ser una manera de ser más sostenible. Aunque nos remitimos al punto anterior, apostar por bares que contribuyan al desarrollo local –por ejemplo, contando con proveedores de cercanía– es una buena opción para generar riqueza en la comunidad. Una vez decidido el dónde, podemos incorporar criterios a la hora de elegir qué comer, y ahí la clave está en los productos ya no solo locales, sino de temporada.

Salir a tomar unas cervezas es un placer pero, entre caña y caña, que no se nos olvide la clave para que siga siéndolo: hacerlo con responsabilidad, cuidándonos a nosotros y cuidándonos a los demás, para poder seguir disfrutando de estos ratos durante mucho tiempo.

Como en todo, la perfección no existe: no tenemos que ser siempre los más sostenibles del mundo… pero sí queremos intentar ser un poco mejores cada día. ¡A brindar con salud!

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