En una sociedad cada vez más informada y consciente, no solo vale con cuidar de los procesos de producción internos. Elegir correctamente a las organizaciones que te acompañan a lo largo del camino es fundamental para garantizar, más allá de la calidad del producto, su impacto positivo en el planeta.
Según un informe de la UNCTAD, aproximadamente el 80% del comercio global pasa por las cadenas de suministro, lo que demuestra su inmenso poder económico e influencia a nivel internacional. Desde la producción hasta el transporte, más allá de generar numerosos puestos de trabajo anualmente en todos los lugares del mundo, las cadenas de suministro tienen el poder de conectar a las empresas. Independientemente del número de trabajadores, cualquier corporación tiene la posibilidad de ser partícipe del proceso productivo de otra y, de esa manera, competir en el mercado internacional.
La interconexión corporativa que la diversidad de la cadena de suministro nos brinda es, sin duda, una gran oportunidad. Sin embargo, no podemos olvidar que, una decisión poco meditada, puede afectar al valor de nuestro producto, la satisfacción de los consumidores y, en consecuencia, a nuestra credibilidad como marca. Tal y como apunta Guy Ryder, Director General de la OIT: “Si la producción y distribución de bienes y servicios no se detiene en las fronteras nacionales, tampoco debe hacerlo la responsabilidad de respetar las condiciones laborales y los derechos humanos”.
Actualmente, una de cada diez empresas integra requisitos relacionados con el clima en los contratos con los proveedores. Sin embargo, según el informe CDP Supply Chain Report 2022, solo el 0,04 % de éstas exigen a los proveedores que establezcan objetivos basados en la ciencia. En este contexto, la Unión Europea hace un llamamiento a la responsabilidad corporativa a través de la Directiva de diligencia debida, aprobada por el Parlamento Europeo el 1 de junio de 2023. Esta normativa abordará los problemas relacionados con la sostenibilidad empresarial, instando a las compañías a comunicar sus acciones en materia de derechos humanos y medioambiente e, incluso, aplicando sanciones a aquellas que no lo cumplan.
Buenas prácticas para añadir valor a nuestra cadena
Co-construir cadenas de suministro sostenibles es uno de los grandes desafíos de nuestra sociedad. Las organizaciones del siglo XXI son responsables de liderar el cambio e inspirar a otras a sumarse a una nueva forma de hacer las cosas pero, ¿de qué manera pueden hacerlo?
- Formar y sensibilizar a las empresas de la cadena de suministro en materia de derechos humanos y cuidado del medioambiente.
- Apostar por lo local. Elegir proveedores de proximidad mejorando el impacto y la riqueza en la región.
- Disponer de una política de compras responsables.
- Incluir criterios de sostenibilidad en los procesos de selección de proveedores.
- Integrar cláusulas en derechos humanos en los contratos con las empresas de la cadena de suministro.
- Impulsar la Agenda 2030 para el desarrollo de objetivos y compromisos empresariales comunes.
- Crear alianzas para la optimización de recursos en la gestión de la cadena de suministro.
Cuidar de los nuestros y de nuestro planeta para cuidar lo que somos
Desde la siembra, hasta que el producto llega al consumidor. Para nosotros, cuidar el impacto del proceso es clave y creemos que cada día es una oportunidad para seguir mejorando y avanzando en la consecución de un mundo mejor. Por ese motivo, en Hijos de Rivera, además de contar con una completa política de compras responsables, evaluamos a las empresas que participan en nuestra cadena de valor incluyéndolas en un scoring que nos permite tomar siempre la mejor decisión valorando también criterios de sostenibilidad.
De esta manera, además de trabajar con las mejores materias primas y promover el cuidado de los nuestros y nuestro planeta, impulsamos la economía local a través de la contratación de proveedores de proximidad. Actualmente, el 82% de nuestros compañeros de camino son de origen nacional. Sin embargo, nuestra naturaleza inconformista nos muestra que todavía queda mucho por avanzar y nos esforzamos por seguir haciéndolo. Queremos ser agentes de cambio, apostamos por la mejora continua y buscamos inspirar a otros a hacerlo también. El futuro nos aguarda y tenemos que estar a la altura.
