Boat Beam siguen siendo esas tres chicas que se encontraron en Madrid como quien coincide en un viaje y decide compartir su camino. Josephine, Alisha y Aurora, una australiana, una norteamericana y una española, continúan ese viaje llamado Boat Beam.
Hace dos años, o casi, nacieron con Puzzle Shapes y en seguida cautivaron a todos. Los expertos claudicaron a su frescura tras situarse hablando de Jóhann Jóhannson y The Divine Comedy, de folk, de indie, de pop de cámara. El público en seguida las apreció precisamente por no tener que ubicarlas. Puzzle Shapes era un disco bien bonito, lleno de canciones cercanas y con personalidad y Boat Beam, un grupo que cautivaba por lo que hacía. Nada menos.
Y sigue siendo así. Casi dos años después de su debut, con la mochila llena de conciertos por todo el mundo, nominaciones a premios, el EP Paper Birds, la participación en la BSO de Planes para mañana y otras experiencias dentro y fuera de la música, Boat Beam conserva su personalidad pero ha llegado a otro sitio. Para eso se viaja. Para crecer, para hacerse más sabio, para ser mejor.