El asturiano Pablo Fernández se hace con el primer premio en el certamen organizado por Cervezas 1906 para animar a los homebrewers a desarrollar su propia receta de una Dunkel Bock, reversionando la 1906 Black Coupage.
Un total de 120 aspirantes de todos los puntos del país presentaron sus credenciales para participar en esta competición que pretende poner en valor la labor de los aficionados y reconocer su entrega a la causa cervecera.
El pasado mes de noviembre Cervezas 1906 lanzó un reto a todos los cerveceros caseros del país para que se animasen a versionar su 1906 Black Coupage, una de sus cervezas más premiadas. Tras un largo proceso en el que el jurado se ha empleado a fondo para analizar todas las propuestas, Pablo Fernández de Asturias se ha alzado con el primer premio de este certamen que tiene como principal objetivo poner en valor la labor de los homebrewers y reconocer su entrega a la causa cervecera.
Tras el anuncio del reto, un total de 120 aspirantes de todos los puntos del país presentaron sus credenciales para participar en esta competición. De todos ellos, 50 fueron seleccionados y recibieron un kit cervecero que pretendía inspirarles para trabajar en su propia receta de una Dunkel Bock, el estilo de la cerveza homenajeada.
Tras 100 días de elaboración en los que los expertos cerveceros de la casa estuvieron en contacto constante con los aspirantes para resolver sus dudas, la gran final tuvo lugar ayer noche y los cinco finalistas tuvieron la oportunidad de presentar el resultado de su trabajo, fruto tanto de su experiencia como de su conocimiento técnico.
El ganador de este reto define su cerveza como “una cerveza de color marrón oscuro con tonos rojizos y espuma blanca, en la que se nota la claridad gracias al acondicionamiento en frío. En aroma recuerda a frutos secos y regaliz con matices tostados”. En su paso por boca, su autor destaca su gran complejidad “por el blend de maltas empleados y un dulzor residual’ que le resulta agradable”. Pablo Fernández recibió muy emocionado la noticia de su triunfo que, en sus propias palabras, “es un reconocimiento a toda la dedicación y la pasión que ponemos”. Recibirá un premio de 700 euros para invertir en la mejora de su equipamiento cervecero.
Luis Alvar, maestro cervecero de Hijos de Rivera y miembro del jurado, afirma que “ha sido muy satisfactorio comprobar el gran nivel de las propuestas presentadas. Eso demuestra que la cultura cervecera va creciendo y es un valor en auge en nuestro país, lo que es una muy buena noticia para todos los que amamos la cerveza”.
El jurado tuvo la oportunidad de catar a ciegas todas las cervezas y coincide en valorar muy positivamente el nivel de los participantes. Una de las mayores dificultades en este certamen ha sido la fermentación en frío que exige una cerveza Lager de este estilo, algo que alguno de los aspirantes resolvió de forma muy curiosa durante el temporal Filomena gracias a las nevadas. La elección y cuidado de la levadura, así como el protagonismo de las maltas o el perfil del agua empleada han sido también claves en la calidad de las propuestas.