INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS:
-Para las empanadillas:
Obleas para empanadillas 4 unidades
Crema de cacao 200 grs
Nueces 35 grs
Cacahuetes 35 grs
-Para las fresas estofadas:
Fresas frescas 150 grs
Azúcar 2 cucharillas
Mantequilla 1 cucharilla
Licor de fresa 2 chupitos
-Para terminar:
Helado de vainilla 4 bolas
Licor de café Quenza 4 chupitos
ELABORACIÓN:
Para la empanadilla:
Mezclamos la crema de cacao con las nueces y los cacahuetes rotos. Rellenamos las obleas de empanadilla (disponibles en cualquier supermercado) y las cerramos bien con un tenedor. Se fríen en abundante aceite caliente y las dejamos escurrir en papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
Para las fresas estofadas:
Limpiamos las fresas y las dejamos enteras. Ponemos la mantequilla en una sartén a fuego medio y añadimos las fresas y el azúcar. Las salteamos y en cuanto empiecen a ablandarse les añadimos el licor de fresas y dejamos que se hagan por espacio de 5 minutos a fuego suave. Usaremos en caliente.
EMPLATADO:
Cortamos la empanadilla por la mitad y la presentamos en el plato. Le colocamos las fresas a un lado y, sobre éstas, una bola de helado de vainilla (podemos emplear el sabor de helado que se prefiera, como nata, turrón, etc…). Servimos con un chupito de licor de café Quenza bien frío.
MARIDAJE:
En esta ocasión hemos optado por presentar una combinación dulce con un licor de gran calidad. El chocolate, la vainilla y el café son sabores tostados con un perfecto maridaje y, en este caso, añadimos las fresas para darle un punto de sabroso ácido que nos refrescará el paladar aún siendo en caliente. Es un maridaje tan sencillo como genial ya que el contraste de temperatura entre caliente y helado, así como el contraste de texturas y sabores fácilmente reconocibles hacen de este plato un postre muy especial con el que nunca fallaremos si queremos sorprender a nuestras visitas. ¡¡Apto sólo para golosos!!