Su profesionalidad y su cuidado por los detalles son el ejemplo perfecto de la excelencia hostelera que promueve el Campeonato Nacional de Tiraje Estrella Galicia.
Daniel Giganto creció entre los fogones del negocio familiar, el “Restaurante Amancio” de León. Allí su padre inculcó el amor por la hostelería a un aprendiz que sin duda contaba con un talento innato para el oficio.
Por eso no es de extrañar que Daniel se haya convertido en el ganador del I Campeonato Nacional de Tiraje de Cerveza Estrella Galicia, un certamen que quiere promover la cultura cervecera y premiar la profesionalidad de los baristas como parte fundamental de la cadena de distribución.
Y es que el mérito de Daniel reside en su inquietud por salir del comedor del “Amancio” para formarse en las mejores salas, como la del que fuera el mejor restaurante del mundo, El Bulli. Daniel pasó tres meses en el que define como un laboratorio, una sinfonía de sabores, dice, muy distinta a la del restaurante en el que mamó el amor por la cocina y al que intentó llevarse todo ese aprendizaje. Durante los tres meses que pasó en el templo de Ferrán Adriá lo que más le sorprendió fue el cuidado por las pequeñas cosas. Una virtud que él pone en práctica y que fue también la que conquistó al jurado del Campeonato de Tiraje.
Su detallismo fue el que marcó la diferencia para imponerse a los 30 participantes llegados de todos los puntos de la geografía española en las diferentes fases del Campeonato. En todas ellas, Daniel demostró ser el mejor tirando cerveza, un arte, dice, que requiere de técnica pero sobre todo de mimo y paciencia.
Actualmente Daniel es jefe de sala y sumiller en el Restaurante Amancio y responsable del pub El Deseo, donde da rienda suelta a otra de sus pasiones, la coctelería, en la que también compite a nivel internacional. Su triunfo es un ejemplo, no sólo para aquellos que valoran una caña bien tirada sino, sobre todo, un servicio profesional y de calidad.