NUEVA YORK
Muchos visitantes de todo el mundo consideran a Nueva York su ciudad favorita en los Estados Unidos, y quizá no les falta razón. Muy pocas ciudades pueden compararse a Nueva York con su combinación de cultura, clase y esa actitud de poder hacer de todo, como visitar un museo importante por la mañana, ver un espectáculo de Broadway por la tarde y bailar toda la noche en un club exclusivo.
No existe nada más grande que la Gran Manzana, que tiende a autoproclamarse como Capital del mundo. Nueva York es una masa compacta y densa de seres humanos: unos 8 millones de habitantes en 800 km2. En ella se puede encontrar la más variada mezcla de nacionalidades. Algunos vecindarios tales como Chinatown, Little Italy y el Spanish Harlem, todavía reflejan la rica herencia de los países originales de sus habitantes. La convivencia de tantas personas viviendo una encima de la otra convierte a los neoyorquinos en gente muy especial. Aunque sea muy difícil de descubrir, el origen del zumbido en el ambiente de Nueva York es la hiperactividad frenética de su población que se convierte en un atractivo añadido para el visitante.
Posibilidades de ocio infinitas
Nueva York es el paraiso para los compradores, con una inagotable variedad de selecciones; casas de alta costura, tiendas de bajo costo y exclusivas boutiques. Aquí puede encontrar todo lo que busque. Sólo Macy´s Herald Square, la tienda de departamentos más grande, tiene 10 pisos y medio millón de artículos a la venta. La Quinta Avenida, Columbus Circle, Times Square, el Soho o Chinatown son lugares famosos para las compras que ningún visitante suele perderse.
A los amantes de las artes les será casi imposible poder ver, en sólo unos días, los cientos de museos de clase mundial, entre ellos el Museo de Arte Metropolitano, el Museo Solomon R. Guggenheim y el Museo Americano de Historia Natural.
En cuanto a la escena teatral, Nueva York cuenta con multitud de opciones que abarcan desde el teatro experimental hasta la ópera, el ballet o el jazz, que podemos encontrar en emblemáticos clubs nocturnos de barrios como Harlem. Pero las luces más deslumbrantes brillan en Broadway, donde podemos encontrar a muchos artistas de Hollywood iluminando las marquesinas, dando esplendor a la capital mundial de la comedia musical.
Se dice que Nueva York nunca duerme. Las opciones de entretenimiento nocturno son tan diversas que la ciudad tiene tanta vida de noche como de día. Para cenar es un ejemplo inigualable de diversidad cultural, convirtiéndose en una meca de nuevas tendencias culinarias. Se jacta de contar con más de 18.000 restaurantes que sirven cocina autóctona de los cinco continentes, a precios que se acomodan a todos los bolsillos.
Los fanáticos de los deportes lo tienen todo en Nueva York. Equipos como los Yankees, los Mets, los Knicks, los Giants y los Rangers, sin dejar de mencionar el torneo abierto de tenis de Estados Unidos o su famosa Maratón anual. Los neoyorquinos son fanáticos deportivos, aquí encontrará gente patinando o en bicicleta, cargando una raqueta o palos de golf o escalando una roca en la ciudad con más parques de los Estados Unidos.
Más allá de Manhattan
La ciudad de Nueva York está situada en la costa este de los Estados Unidos, en la desembocadura del río Hudson. Hasta 1898, la ciudad estaba formada únicamente por Manhattan a la que ese año se unieron los condados de Brooklyn, Queens, Bronx y Staten Island, quedando configurada como la conocemos en la actualidad.
La isla de Manhattan es la parte más antigua y acoge el corazón financiero de la ciudad, así como los mayores atractivos turísticos. Millones de visitantes se pasean a diario por la Quinta Avenida, Central Park, Broadway, Chinatown, Tribeca, Harlem o el Soho. Aquí podemos encontrar emblemáticos edificios como el New York Stock Exchange, el Empire State Building, el Rockefeller Center o el Museo Guggenheim.
El Bronx tiene más parques que cualquiera de los otros condados, un zoológico mundialmente famoso, mansiones majestuosas, lugares históricos, una pequeña Italia, playas y una isla con reminiscencias de un pueblo pesquero de Nueva Inglaterra.
Sus magníficos arcos góticos gemelos hacen del Puente de Brooklyn una de las atracciones más reconocidas. Puede cruzarse a pie y admirar la espectacular vista de la ciudad para después explorar este populoso distrito, que cuenta con un famoso Jardín Botánico, además del histórico parque de atracciones de Coney Island con su paseo a lo largo de la playa.
Queens, bautizado así en honor a la reina Catherine de Braganza, es el hogar de centros de arte, campos deportivos, lugares históricos de la Guerra Revolucionaria, el famoso globo terráqueo de metal – el Unisferio – y la población más diversa del mundo, con barrios sudamericanos, indios, griegos, chinos e irlandeses, por nombrar sólo algunos.
El transbordador o ‘f’erry’ a Staten Island es una atracción turística de por sí, que permite observar unas vistas increíbles de Manhattan y la Estatua de la Libertad. Este distrito cuanta con lugares históricos y miles de hectáreas de parques y playas.
Ninguna otra ciudad está diseñada para explorar con tanta facilidad. Si opta por caminar, podrá admirar la visión de los planificadores de la ciudad, quienes en 1811, construyeron las calles formando un patrón realmente fácil de navegar. Es difícil despistarse, aunque en realidad a muchos les gustaría perderse entre las luces de la Gran Manzana.
LA GRAN MANZANA
En inglés, Big Apple es el sobrenombre más conocido de la ciudad de Nueva York. El término se hizo popular en los años 20 gracias al cronista deportivo John J. Fitz Gerald (New York Morning Telegraph) quien escuchó cómo lo usaban los mozos de cuadra para referirse al hipódromo de Nueva York. Le gustó tanto la expresión que llamó a su columna hípica Sobre la Gran Manzana.
Durante la década de los años 30, era utilizado por los músicos de jazz, para los que tocar en Nueva York suponía su máximo objetivo: «son muchas las manzanas que tiene el árbol del éxito, pero Nueva York es la Gran Manzana».
No fue hasta 1971 cuando este sobrenombre se hizo famoso en todo el mundo por una campaña turística que realizó la ciudad.
La Estatua de la Libertad es una creación del escultor Frédéric-Auguste Bartholdi y fue obsequiada por el pueblo de Francia a la ciudad de Nueva York con motivo del centenario de la independencia de los Estados Unidos en 1886. Se considera el regalo más costoso de la historia.
Se construyó en París con una estructura central metálica diseñada por Gustave Eiffel; luego fue desmontada y enviada por barco hasta América. Mide alrededor de 46 metros de altura y pesa 225 toneladas.
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