El asturiano Martín Galán, de la Cafetería Cervantes de El Entrego, ha resultado vencedor en la Gran Final del IV Campeonato de Tiraje de Cerveza Estrella Galicia, celebrada esta mañana en el marco del XXXI Salón de Gourmets, Salón de Gourmets de Madrid, la última cita del IV Campeonato de Tiraje de Cerveza Estrella Galicia, enmarcado dentro del programa Beer Master de Cultura de Cerveza.
Un certamen que se desarrollado con el objetivo de promover la cultura cervecera y reconocer la labor de los hosteleros como un eslabón fundamental en la cadena de distribución de los productos de Estrella Galicia.
Han sido 20 los hosteleros profesionales, llegados de todos los puntos de España, que han tenido que defender ante el jurado de expertos su candidatura a Mejor Tirador de Cerveza del país, demostrando a través de las diferentes pruebas su destreza, profesionalidad y conocimientos sobre el servicio de tiraje de nuestras cervezas.
El campeón de esta cuarta edición ha sido Martín Galán, de la Cervecería Cervantes de El Entrego (Asturias), que se ha impuesto a sus 19 contrincantes y se ha alzado con el título de Mejor Tirador de Cerveza de España. Finalizado el campeonato, Galán ha declarado que, el secreto de una caña bien servida es «dedicarle tiempo y cariño; no por tener muchos clientes hay que ir con más prisas, porque si te aceleras tiras la cerveza de cualquier manera y no está rica».
Martín Galán, que ha recibido su premio -1.500 euros y su peso en cerveza- de manos del piloto de Moto2 Álex Márquez, miembro del Team Estrella Galicia 0,0 y embajador de la marca, ha asegurado que destinará la cerveza ganada a «invitar a compañeros, amigos, familia y clientes».
Por detrás de él se ha clasificado Pilar García, del local Charlie Comedy de Béjar (Salamanca), que ha resultado subcampeona de España, consiguiendo un premio de 600 euros más su peso en cerveza. Finalizado el campeonato, ha bromeado ante la pregunta sobre qué pensaba hacer con tanta cerveza, respondiendo que pensaba bebérsela «casi toda, salvo alguna para compartir». Ha añadido que los nervios durante la prueba teórica le han jugado alguna mala pasada, pero se ha desenvuelto a la perfección en la práctica, sirviendo la caña con su correspondiente corona de tres centímetros y a la temperatura perfecta, según el jurado, al igual que la botella.