INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS:
4 huevos
1 pimiento del piquillo
2 ciruelas pasas
-Para la empanada:
Masa de hojaldre 500 grs
2 cebollas medianas
2 cucharas de aceite de oliva
3 tomates medianos
300 grs de morcilla ligeramente picante
1 yema de huevo
1 cuchara de azúcar moreno
-Para las espinacas:
300 grs de espinacas
2 cucharas de aceite de oliva
1 diente de ajo
Sal
ELABORACIÓN:
Para el relleno de la empanada, primero picamos las cebollas y las pochamos en el aceite de oliva. En cuanto estén blanditas, le añadimos la carne de los tomates pelados y sin pepitas. Después, dejamos que se ablande y le añadimos la morcilla (solamente el relleno) y dejamos que la mezcla se cocine por un par de minutos. Por último, ponemos a punto de sal y dejamos enfriar.
Una vez que tenemos el relleno, estiramos la masa de hojaldre y la cortamos en dos trozos iguales. Sobre uno de ellos, ponemos el relleno de morcilla y lo cubrimos con la otra mitad. Después pintamos con yema de huevo el hojaldre, lo pinchamos con un tenedor para evitar que se infle y lo espolvoreamos con un poco de azúcar moreno. Metemos al horno precalentado a 180º C durante unos 35 minutos.
El siguiente paso es preparar una sartén con aceite de oliva y un diente de ajo picado bien fino. En él, salteamos las espinacas cortadas cuando el aceite haya tomado color, por espacio de unos dos minutos y ponemos a punto de sal.
Para los huevos escalfados, untamos un papel film con aceite. Abrimos los huevos sobre el papel y lo atamos como si fuese una bolsa, quedando estos en el interior. Después, los sumergimos en abundante agua hirviendo y apagamos el fuego. Es necesario tapar y esperar durante 3 minutos y medio antes de sacarlos del agua.
EMPLATADO:
Emplatamos, en primer lugar, las espinacas salteadas. Encima ponemos el huevo pochado y lo acompañamos con la empanada de morcilla. Añadimos unas tiras de pimiento de piquillo dulce y ligeramente picante, y unos trocitos de ciruelas pasas.
MARIDAJE:
Acompañamos este plato con la cerveza 1906 Reserva Especial, ya que sus matices ligeramente tostados complementan perfectamente a la morcilla, suavizando el sabor picante en el paladar. El toque lupulado de la cerveza contrasta con los dulces de este plato tan otoñal, creando un maridaje intenso y divertido.