Este año Ponte da Boga escogerá la fecha de inicio de la vendimia de una forma diferente, con la ayuda de drones. Por primera vez se pondrá en práctica en nuestros viñedos Ecovine, un proyecto de investigación que probará la eficacia de esta nueva tecnología en el control de la maduración y la determinación del inicio de la cosecha. En el proyecto, que acaba de ser presentado en las instalaciones de nuestra bodega, participan investigadores de la Universidad de Santiago y el CSIC, así como las empresas tecnológicas Elmantec y Teican Medioambiental.
Para evaluar el estado de las uvas, los drones utilizan una cámara multiespectral, que permite monitorizar cambios en la radiación visible e infrarroja que proyectan las plantas. Unos meses antes de que comience la temporada de vendimia, los drones se pondrán en funcionamiento sobre los bancales de la Ribeira Sacra para recoger datos sobre la concentración de azúcares en los racimos, el mejor indicador de madurez para elegir el momento idóneo de la recogida de la uva.
Además, este sistema también tendría aplicación para detectar la aparición de plagas en las viñas, determinar los tratamientos a aplicar a cada zona del viñedo en cada momento o la necesidad de riego en base a modelos de eficiencia energética. Aunque en este primer año de prueba se dará prioridad a los controles de maduración. «La detección de enfermedades se experimentará solo en función del desarrollo del proyecto. No lo vemos como un objetivo final, querer abarcar demasiadas cosas podría resultar contraproducente», comentó el director técnico de nuestra bodega, Rubén Pérez Añón.
El sistema se probará en 8 hectáreas de diferentes parcelas de los viñedos. Con los resultados se elaborará un mapa de cada parcela en el que se recogerán los datos de evolución del ciclo vegetativo de las vides.